Información de producto
Desde 1906, LALLIER es un prestigioso elaborador de grandes vinos de Champagne.
La Série R es el Reflejo de la cosecha de un solo año. La cuvée R.016 es fruto, en su mayoría, del millésime 2016
Este champagne es perfectamente acorde con el arte del buen beber y buen comer.
DATOS TÉCNICOS
Vendimia principal : Del 11 al 21 de septiembre de 2016
Varietales : 44% Chardonnay y 56% pinot noir
Terruños principales : Avize, Cramant, Oger, Aÿ, Verzenay, Bouzy, Ambonnay.
Vinificación : Fermentación alcohólica con levaduras LALLIER. Fermentación maloláctica parcial.
Assemblage : 86% vinos del año 2016. 14% de vinos de reserva (2010, 2012, 2014)
Degüelle : 5 meses antes de su expedición.
Dosificación : 7 g/L.
De brillante capa dorada, oro rosa, y delicada efervescencia.
En nariz envolvente, complejo, desde la primera fase olfativa. Con plenitud de aromas, a cítricos, a frutas amarillas, almendras y sutiles especias, aderezados con toques balsámicos generosos y suaves.
En boca amplio, sedoso, suculento y equilibrado, con tensión mineral en un final largo que desvela notas a ciruela mirabel y tofe.
Deguste la cuvée R.016 , Reflejo de una añada compleja de aromas generosos con tostada de Foie gras y jalea de membrillo, pularda asada con risoto de morillas, quesos cremosos como el Chaource con higos frescos y tarta de ciruelas caramelizadas mirabel….
Todo sobre la cosecha 2016
R.016 es el Reflejo de una añada compleja ! 2016 fue una campaña vitícola difícil y exigente con un desenfrenado ritmo para los viticultores.. Se inicia con una primavera excepcionalmente fría y húmeda, durante los 6 primeros meses del año se alcanzó un récord de pluviosidad con un exceso de 62%. Estas fuertes lluvias son las causantes de enfermedades, particularmente el mildiu.
Al final de abril, principios de mayo llegaron heladas primaverales tardías semejantes a 1990, que causaron daños considerables.
Algunos sectores en los que ya había helado no se salvaron del granizo al mes siguiente ! El verano siguió poniendo a prueba tanto al viñedo como a los viticultores con tiempo muy seco y cálido, responsable de un estrés hídrico y golpes de calor en las uvas. Esta falta de agua retardó el inicio de la maduración, como en 2009 y 2012. El regreso del buen tiempo estival aportó un buen ritmo de maduración a la uvas
La vendimia, en septiembre, fue de mayor calidad de lo que los viticultores habían previsto, pero las condiciones meteorológicas severas del año 2016, ocasionaron grandes pérdidas en la cosecha. Se estima que fue uno de los más bajos rendimientos en 20 años, que se salvó gracias a una gran poda de racimos y un excelente estado sanitario.
La cosecha acabó bien; la madre naturaleza nos ha proporcionado vinos de calidad, de excelente equilibrio entre azúcar y acidez similar a 2002, con aromas complejos y generosos.